Otitis externas y piscinas: parejas de verano
- 19/07/2023
Durante el verano acudimos más a las piscinas, a la playa y los niños pueden pasar horas dentro. La humedad excesiva en los oídos de los niños, debido a estas largas jornadas de baño, los hace más susceptibles de sufrir otitis externas.
La otitis externa, también conocida como otitis del nadador, es una inflamación del conducto auditivo externo que acostumbra a tener un origen bacteriano y se ve favorecida por la humedad excesiva.
Aunque la baja calidad del agua puede favorecer este tipo de infecciones cualquier baño podría producir otitis, ya que acostumbra a ser nuestra propia flora cutánea el origen de la infección.
Factores que contribuyen a la otitis externa en verano
- Exceso de humedad: El agua en el oído, combinada con la humedad ambiente y el calor del verano, crea un ambiente húmedo propicio para el crecimiento de la flora bacteriana habitual del conducto auditivo externo.
- Contaminación del agua: Las piscinas pueden contener bacterias y hongos que se acumulan debido a una limpieza y desinfección inadecuadas. Estos microorganismos pueden ingresar al conducto auditivo externo y causar infección.
- Traumatismos locales: como los que causados al limpiar con bastoncillos o rascar el oído.
- Enfermedades dermatológicas: eczemas, dermatitis atópica o seborreica, eccemas…
Síntomas de la otitis externa en verano
- Dolor de oído (se acentúa al traccionar el pabellón auricular o al presionar el trago). En niños que aún no saben hablar, puede observarse cómo se tocan la oreja con la mano.
- Picazón y malestar en el oído, sensación de plenitud en el oído.
- Enrojecimiento y sensibilidad en el conducto auditivo externo.
- En ocasiones secreción del oído.
Si tu hijo presenta alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica de un otorrinolaringólogo o pediatra para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Tratamiento de la otitis externa
Las otitis externas se tratan, siempre bajo supervisión médica, con:
- Gotas óticas que contengan antibióticos, antifúngicos y/o esteroides para tratar la infección. Estas gotas se aplican directamente en el oído afectado.
- Analgésicos orales: Se pueden recomendar para aliviar el dolor de oído hasta que la infección se resuelva.
- No meter la cabeza en el agua mientras dure el tratamiento (por lo general 7 días acostumbran a ser suficientes)
Prevención de las otitis externas
- Seca los oídos adecuadamente: Después de nadar o la ducha, seca bien los oídos con una toalla suave y seca. Inclina la cabeza de tu hijo hacia un lado y tira suavemente del lóbulo de la oreja hacia abajo para ayudar a que el agua salga del conducto auditivo externo. Evita introducir bastoncillos u objetos similares en el oído, ya que podrías empujar el agua más adentro o dañar la piel del conducto auditivo.
- Uso de tapones bien ajustados o gorro al nadar
- Evita que tu hijo se rasque o introduzca objetos en los oídos: Rascarse el oído con los dedos, bastoncillos u otros objetos puede irritar la piel del conducto auditivo externo y crear una puerta de entrada para las bacterias.
- Evita nadar en aguas estancadas o áreas donde la calidad del agua sea dudosa. Estos lugares pueden contener bacterias, hongos y otros microorganismos que aumentan el riesgo de infección.
Si ha tenido otitis externas previas, se puede aplicar un preparado farmacológico, en gotas óticas, tras el baño para prevenir una nueva otitis. Sin embargo, antes de aplicarlas, debe consultar con un especialista.
Si tu hijo desarrolla síntomas de otitis externa, es importante buscar atención médica de un otorrinolaringólogo. En el servicio de Otorrinolaringología de Pediatrics Lleida tienes a tu disposición a la Dra Anna Farré y la Dra. Laura Samarà para tratar las infecciones de oído de tus hijos. Un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado ayudan a prevenir complicaciones y conseguir una rápida recuperación.
