¡Atención en casos de golpe de calor en niños!
- 10/07/2023
Cada vez es más frecuente que con la llegada del verano lleguen sucesivas olas de calor (con los correspondientes avisos por parte de las Autoridades Públicas). Tenemos que estar preparados como padres para detectar sus efectos y prevenir sus consecuencias en nuestros hijos.
El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta debido a la exposición prolongada a altas temperaturas, o al realizar actividad física intensa en condiciones de calor.
Los niños son más vulnerables que los adultos a las olas de calor debido a que:
- su sistema de termorregulación corporal es menos eficiente y son más propensos a sufrir un aumento rápido de la temperatura corporal.
- no se adaptan tan rápidamente a los cambios de temperatura, ni a las condiciones de calor extremo.
- participan en actividades físicas intensas sin darse cuenta del riesgo de sobrecalentamiento.
- no reconocen los primeros síntomas de un golpe de calor o no son capaces de comunicarlo adecuadamente, lo que puede retrasar la intervención médica necesaria.
Qué debes hacer si sospechas que tu hijo está sufriendo un golpe de calor.
Un golpe de calor en niños es una emergencia médica que requiere atención inmediata. Si sospechas que tu hijo está sufriendo un golpe de calor hay algunos pasos importantes que puedes seguir:
- Avisa al servicio de emergencias médicas: Siempre que sospeches que un niño está sufriendo un golpe de calor, debes llamar al número de emergencias médicas para obtener ayuda profesional lo antes posible.
- Lleva al niño a un lugar fresco: Mientras esperas la llegada de la ayuda médica, lleva al niño a un lugar fresco y sombreado. Puede ser en el interior de un edificio con aire acondicionado o bajo un árbol con sombra.
- Retira ropa e intenta reducir la temperatura: Si el niño está consciente y no tiene dificultad para respirar, retira cualquier prenda adicional y comienza a aplicar compresas frías o húmedas en la piel o utiliza ventiladores. Evita el uso de agua muy fría o hielo, ya que puede causar una respuesta contraproducente del cuerpo.
- Hidratación: Si el niño está consciente y puede beber, ofrécele agua fresca para rehidratarse. Evita darle bebidas con cafeína o azucaradas. Si el niño no puede beber o mantener líquidos en el estómago, espera a que llegue la ayuda médica.
- Observación: Permanece junto al niño, presta atención a cambios en su nivel de conciencia, respiración, frecuencia cardíaca y temperatura corporal. Informa a los servicios de emergencia sobre cualquier cambio que observes.
La prevención es siempre la mejor estrategia. Si las Autoridades Públicas avisan de que nos encontramos en una ola de calor, y el termómetro así lo indica, mantén a tus hijos bien hidratados en todo momento y asegúrate de tomar medidas para evitar que los niños se sobreexpongan al calor intenso.
