Alergia infantil a los ácaros
- 08/09/2023
La alergia infantil a los ácaros es una condición que afecta a un número significativo de niños en todo el mundo. Estos microscópicos artrópodos, invisibles a simple vista, son responsables de desencadenar una serie de reacciones alérgicas en los pequeños que pueden ser perjudiciales para su salud y bienestar.
¿Qué son los ácaros y cómo causan alergias en los niños?
Los ácaros del polvo son pequeños artrópodos que viven en el polvo de nuestras casas, especialmente en colchones, almohadas, tapicerías y alfombras. Se acumulan en lugares alejados de la luz solar y necesitan unas condiciones de humedad de alrededor de 70% y una temperatura de 25º. En épocas de primavera, y sobre todo otoño, se dan las condiciones ideales de temperatura y humedad y es cuando más proliferan los ácaros.
Estos diminutos organismos se alimentan de escamas de piel humana y animal, y su presencia es constante en nuestro entorno doméstico. Para la mayoría de las personas, los ácaros no causan ningún problema de salud. Sin embargo, para algunos niños, pueden ser una fuente importante de alergias.
La alergia a los ácaros se desarrolla cuando el sistema inmunológico del niño reacciona excesivamente a las proteínas presentes en las heces de estos microorganismos. Los ácaros no pican ni transmiten enfermedades y sólo producen síntomas de alergia en los ojos, nariz o pulmones en los pacientes que son alérgicos a ellos.
Síntomas de la alergia a los ácaros en los niños
Los síntomas de la alergia a los ácaros pueden variar en gravedad y pueden afectar múltiples sistemas del cuerpo. Los síntomas más comunes incluyen:
- Rinitis alérgica: Los niños con alergia a los ácaros a menudo presentan congestión nasal, estornudos, picazón en la nariz y secreción nasal. Estos síntomas pueden interferir con el sueño y el rendimiento escolar.
- Asma: Algunos niños desarrollan asma como resultado de la exposición a los ácaros. El asma puede causar dificultad para respirar, sibilancias y tos, y en casos graves, puede poner en peligro la vida del niño.
- Dermatitis atópica: La piel también puede verse afectada en niños alérgicos a los ácaros.Pueden desarrollar erupciones cutáneas pruriginosas y enrojecidas, que a menudo empeoran durante la noche.
Cómo reaccionar ante la alergia infantil a los ácaros
Si se sospecha que un niño tiene alergia a los ácaros, es esencial:
- Consultar a un alergólogo infantil. Este profesional podrá realizar pruebas de alergia para confirmar el diagnóstico y desarrollar un plan de manejo adecuado.
- Control del entorno: La prevención es clave. Se debe tener en cuenta:
- La existencia de alfombras, moquetas, cortinas, tapicerías, pósters, libros, peluches, juguetes, etc., aumenta la población de ácaros.
- La limpieza se realizará con un paño húmedo. El dormitorio debe ventilarse completamente, preferentemente a diario, posteriormente se cerrarán las puertas y las ventanas durante el resto del día. Evite utilizar insecticidas y ambientadores.
- El colchón y la almohada deben llevar fundas anti-ácaros protectoras. Se recomienda colchones de látex o viscoelástica. La ropa de cama (sábanas, edredones) conviene que sea sintética, que se pueda lavar en la lavadora, evitando la lana y las plumas.
- Ventilar la ropa guardada en el armario antes de utilizarla.
- Tratamientos médicos: El alergólogo puede recomendar tratamientos médicos, como antihistamínicos, corticosteroides nasales o inhaladores para el asma, según la gravedad de los síntomas.
- Inmunoterapia: En algunos casos, se puede considerar la inmunoterapia, también conocida como vacunas contra la alergia, que puede ayudar al sistema inmunológico del niño a volverse menos reactivo a los ácaros con el tiempo.
- Educación: Es importante que los niños y sus cuidadores comprendan la afección y sepan cómo evitar la exposición a los ácaros y qué hacer en caso de una reacción alérgica.
En conclusión, la alergia infantil a los ácaros es una preocupación importante para la salud de nuestros hijos. Sin embargo, con una comprensión adecuada de la afección y un manejo adecuado por parte de padres y profesionales de la salud, los niños alérgicos pueden llevar vidas saludables y activas. La clave está en la detección temprana y en la implementación de medidas preventivas y terapias adecuadas. La salud y el bienestar de nuestros hijos dependen de ello.
